¡Hay una nueva palabra en nuestro glosario de términos de real estate en español! Hoy hablaremos acerca de un término legal específico con el que quizás ya te hayas encontrado. Conocido como liens en inglés, el derecho de retención es sencillamente eso, el derecho de alguien –una persona, compañía o institución– a recuperar un préstamo o inversión mediante el reclamo de un bien ante deudas impagas. En otras palabras, es una especie de garantía para asegurar el cumplimiento de un acuerdo.
Existen distintos tipos de derechos de retención y varias formas de deshacerse de ellos. Llegaremos a eso en un momento, pero ten en cuenta antes de avanzar que esto no es algo bueno o malo per se: el propósito del derecho de retención es dar seguridad. Son requeridos, por ejemplo, al solicitar un préstamo. Si todo sale bien, tú nunca te enterarás de su existencia; y si las cosas no salen como lo planeaste, entrarán en juego como una forma de que el prestamista recupere su dinero. Usualmente, los derechos de retención se inscriben en un registro público para informar a otros prestamistas de las deudas existentes.
Cómo funciona el derecho de retención
Digamos que quieres comprar una casa pero no tienes dinero suficiente. Por lo tanto, acudes a un banco y solicitas un préstamo. Para otorgarte el dinero, la institución te pedirá una garantía, en caso de que en un futuro te atrases en tus pagos. De esta manera, se aseguran que la deuda no quede impaga. Así, en caso de que no puedas cumplir con el acuerdo de devolución, el banco podrá reclamar el bien colocado en garantía (embargándolo). Es importante señalar que el derecho de garantía es el último recurso para recuperar el dinero.
Los embargos pueden ejecutarse en casas, autos o botes, ya que son acciones tomadas contra bienes y no personas. Lo que hacen es limitar lo que el dueño puede hacer con ellos hasta que la deuda sea saldada y su origen depende de la situación en que sean iniciados.
De dónde proviene el derecho de retención
Existen distintos tipos de derechos de retención, dependiendo del contexto en que se hayan originado. En líneas generales, pueden dividirse entre consensuados y no consensuados (o voluntarios e involuntarios), sujetos a la naturaleza del acuerdo. Además, pueden separarse en específicos (es decir, asociados a un bien en particular) y generales (donde el prestamista puede reclamar cualquier bien que sea propiedad del deudor).
Los cuatro tipos de derechos de retención más comunes son:
- Derecho de retención en una ejecución de hipoteca (foreclosure lien): en este caso, ambas partes acuerdan colocar un derecho de retención en una propiedad que está próxima a ser comprada. De esta forma, si el comprador no cumple con los pagos, el prestamista puede embargar el bien para recuperar su inversión.
- Derecho de retención en impuestos (tax lien): aquí es el gobierno quien coloca un derecho de retención en los bienes de ciudadanos que no han pagado sus impuestos (aunque primero se les informa por escrito sus obligaciones).
- Derecho de retención para proveedores (mechanic lien): este tipo específico protege a contratistas, constructores y proveedores ante la falta de pago de los propietarios. Para que sea efectivo se necesitan realizar algunas tramitaciones. Además, las faltas en contratos también incluyen compensaciones.
- Derecho de retención por juicio (judgement lien): por último, esta clase de derecho de retención aplica en caso de perder un juicio, ya que la parte ganadora puede solicitar un embargo de bienes a modo de compensación.
¿Puede quitarse un derecho de retención?
Esta es la pregunta del millón de dólares. Tanto si estás considerando solicitar un préstamo como si te encuentras atrasado en tus impuestos, siempre existe el miedo de no poder deshacerte del derecho de retención. Antes que nada, ten en cuenta que, si tu propiedad tiene un derecho de retención sobre ella, es posible que debas resolverlo antes de poder hacer lo que desees con ese bien. ¿Cómo? Aquí compartimos algunas ideas:
- Cancela la deuda: la forma más directa de dejar un derecho de retención atrás es estar al día con tus deudas. Suena obvio, pero no deja de ser verdad. Una vez que lo hagas, asegúrate de rellenar el formulario de liberación (Release of Lien form) a modo de respaldo del pago.
- Negóciala: si no tienes suficiente capital para cancelarla, puedes intentar negociar tu deuda con el prestamista. En algunos casos están dispuestos a escuchar opciones que les permitirán recuperar su dinero rápidamente.
- Corrígela: existe también la posibilidad de que tú no creas que el derecho de retención esté correctamente colocado. En estos casos, lo mejor es investigar un poco y contactar al poseedor de ese derecho para conocer qué fue lo que lo originó. Quizás realmente hubo un error y no es una deuda que te corresponda pagar a ti.
- Dispútala: si aun consideras que el derecho de retención es incorrecto, pero no puedes convencer a su poseedor, tal vez necesites iniciar acciones legales. Si este es tu caso, intenta recolectar la mayor cantidad de información posible para evitarte sorpresas en el camino.
Disclaimer: El objetivo de los artículos de este blog es meramente educativo e informativo. De ninguna manera el contenido está diseñado para ser asesoramiento legal o financiero.
Fuentes:
- https://www.investopedia.com/terms/p/property-lien.asp
- https://www.thebalance.com/liens-what-they-are-and-how-they-work-315611
- https://www.investopedia.com/articles/credit-loans-mortgages/090816/it-bad-have-lien-your-house.asp
- https://corporatefinanceinstitute.com/resources/knowledge/other/lien/